Buscar este blog

miércoles, 5 de octubre de 2011

Manuel Antonio

El camino de Monteverde a Manuel Antonio fue largo, pero mejor que el que nos llevó a Monteverde. Después de unas cuantas horas llegamos al Hotel El Parador. Fue el único destino en el que subimos de categoría de hotel de lo que teníamos contratado en el paquete, pues nuestra intención era descansar después de tanto ajetreo.


Llegamos un domingo al mediodía, y lo primero es lo primero. Así que paso por el restaurante para llenar ese vacío en el estómago, que empieza a quejarse. Avisamos de que mi marido es celíaco y nos ofrecieron lo que él podía comer, o bien adaptaban lo que pedía a su dieta. No tuvimos ningún problema en el hotel, y cuando en cocina dudaban de si algo manufacturado llevaba gluten, salían a preguntar o a decirnos que nos lo cambiaban por otra cosa.
Para mí: hamburguesa (fui incapaz de acabármela)




Para él: casado con lomito.




Y empezamos el panching: piscina, tumbona, comer y dormir fueron nuestras actividades.


El hotel dispone de una piscina familiar, de esas de efecto horizonte infinito, dónde da la sensación de que la piscina continúa en el Océano Pacífico, y una piscina de acceso exclusivo para adultos. 



Esta última estaba abierta 24 horas al día, y disponía de un jacuzzi escondidito también abierto 24 horas, y que había que reservar. Nosotros no encontramos el momento de reservarlo, pero creo que tampoco nos perdimos demasiado, porque el agua no era caliente.

El hotel también dispone de un recorrido a través de la selva dónde puedes encontrar más animalitos: perezosos, monos congo,... Así que cuando nos cansábamos de tanto tumbing nos íbamos a ver si encontrábamos algún bichito.

El día siguiente también lo pasamos de tumbing, pues era lunes y el Parque Nacional de Manuel Antonio estaba cerrado. Así que bajamos con el transporte del hotel a Manuel Antonio a ver la playa pública. Dimos una mini vuelta ya que había fuerte oleaje en el mar y no apetecía bañarse, y después de pasar por el súper, nos volvimos al hotel. 



Y después de un día tan cansado, prontito a la cama, que mañana nos toca visitar el Parque Nacional, pero no sin antes disfrutar de unas piñas coladas.


5 comentarios:

  1. que maravilla de viaje!!! me siento que estoy viendo madrileños por el mundo, pero sin gluten :)

    ResponderEliminar
  2. oooOOOooooH... el capítulo de hoy es todo un lujo ¿eh?.. paseos, comiditas, piscinitas.. camitas... ¡¡vaya camitas!!... Nunca he tenido la oportunidad de tener una cama de esas para mí sola y disfrutaría diciéndole al maromito...¡¡tú a la tuya!!

    ResponderEliminar
  3. Hace 3 años estuve en Costa Rica, ¡¡que recuerdos!! Tortuguero, Volcán Arenal, Cascada La fortuna, Monteverde, Manuel Antonio...
    Un besito
    Bea...con mucho amor

    ResponderEliminar
  4. Yo disfruté mucho, cada uno en su cama y todo ese espacio libre para dormir!!!! Y sí, Manuel Antonio fue todo un lujo para el cuerpo, pero no todo fue descansar....
    Bea, Costa Rica es un país maravilloso, que te voy a decir...

    ResponderEliminar
  5. yo ya estoy convencidisima y con la maleta casi lista para hacer este viaje!! me ha encantado Guiro

    ResponderEliminar